9/2/08

La Muerte

En la época medieval los conceptos del amor, la fortuna y la muerte eran representados mediante alegorías que permitían visualizar tales ideas en ilustraciones e iluminaciones. Con el transcurso del tiempo, la calavera esquelética se fue revistiendo de un manto negro con capucha y se armó de una hoz con la que era capaz de separar el cuerpo del alma en cualquier momento. Ya en los tiempos modernos la muerte ha tenido representaciones antropófagas como en el caso de Hannibal o hasta lúdicas como en la saga de Chucky el muñeco diabólico. En No Country for Old Men (2007) Anton Ghigurh (Javier Bardem) es parte alegoría, parte encarnación lúdica de la muerte. Con su peinado ridículo de "Dutch boy" con flecos de cuáquero (quaker) y su chaqueta vaquera de postguerra (la segunda) nos da la sensación efímera de que nos va a perdonar la vida, pero como todos sabemos, tarde o temprano llegan los heraldos negros que arrasan con todo. Es quizás este aspecto cotidiano, el peinado inofensivo y la cómoda chaqueta que todos alguna vez hemos llevado, lo que nos permite acercarnos al personaje sin temor hasta que lanza la moneda al aire y nos damos cuenta de que la Fortuna (otra alegoría) nos ha abandonado.

26/1/08

Arte Poética

No fue sino hasta ayer que noté la presencia del zanate.
Omnívoro, omnipresente picoteando la ventana del ahora.
Quiscales en el techo, en el tendido eléctrico, en la puerta
del buzón, sobre la punta del paraguas, sin lluvia.

Del pico de un pájaro retoña otro pájaro,
caen al suelo y brincotean como si fueran de cuerda.
Sus huellas son todas las hojas del otoño,
crujiendo bajo la ceniza decembrina de la nieve.

No es poesía el azulejo entre doscientos zanates
sino los zanates picoteando al mismo tiempo,
los residuos de todos los excesos del verano.

Las aves alzan el vuelo al ras de mi ventana,
se fueron a esperar sobre las ramas peladas;
hojas negras de cabezas azules que anticipan
el momento de mi ausencia.

Un gorrión aguarda en la puerta del tren a punto de partir.
Una paloma da un paso en falso y se desploma.
La cola del zanate no es abanico, como el abanico
nunca podrá graznar como zanate.

No fue sino hasta ayer que supe el nombre de este pájaro
corriente, mal agüero, presagio clarinero del retorno,
recolector de ayeres incompletos, vigilante
sobre la punta de un atardecer, con aguacero.